28 de junio de 2006

encuentros a cuatro manos


¡orgulloso de mi equipo me lanzo a su elogio! (yo tuve el privilegio de ser espectador y actor)
Oscar, vaya diálogos que has creado sustentados por unos personajes de perfiles identificables pero sin caer en el arquetipo plano. Los que buscan amor encuentran sexo, otros buscan sexo y se topan de cara con el amor, los que no buscan encuentran y los que buscan se encuentran con otra cosa, ¿existe o es una ilusión? ¿sólos o acompañados?. Estos encuentros que son pequeñas reflexiones sobre las diferentes perspectivas de las relaciones de pareja nos hará sonreir, reir (dios, el baile de Rabodurex, la aparición de nuestro macho man, los retorcijones sensuales de la bibliotecaria desatada...) y conmovernos en un micromundo que gira alrededor de un banco viejo y apartado de un parque público.
Juan, sólo tú eres capaz de resucitar las energías sexuales tántricas con tu baile hipnotizante y divertido
Ana, tu perfil es super reconocible, vaya miradas a la entrepierna de tu gurú, ¡como se reía la gente!
Max, ¡sabes que te veo como un gran actor! ¿retomarás el papel de Leo en Robots sentimentales? Qué momento cuando sacas la mazorca...
Isabel, tus miradas y tus expresiones se salen, como te derramaste (no se me ocurre otro verbo más indicado) por el escenario, espectacular.
Emilio, increible tu estatismo, ¡tan difícil de mantener en un escenario! tu mirada, ¡tu personaje se sale!
Bea, genial en el papel de Celeste, ¡le das una realidad que me hace dudar de quien eres! jjajaj
Erica, torbellino italiano, despiertas a los de Cuenca :)
Miguel, ¡tus sonrisas complices hicieron que la relación vuestra fuera real!
Puri, esa semillita... tu ademanes, como despiertas cuando se aleja el macho.
Miguel, ¿es o no es? ¡lo bordaste!
Y todo esto ocurría en las semanas en la que uno de los más queridos estaba enfermo, en la que empezaba mi experiencia como profesor (o como llegar a España tres horas antes de empezar a dar clase), en la que un día estuve en tres provincias (Toledo, Alicante y Madrid), en la que la enfermedad no sólo estaba en una persona, o como dejar un coche en un parking por una semana o hacerse un Londres Madrid pasando por Málaga... Todo esto queda abajo cuando vuelas, cuando te enganchas a la creatividad que te hace levitar y vibrar en tu lado más humano... fuera de los mecanismos del hábito, el miedo, el castigo, la culpa... ¡en el mundo de la imaginación y el arte! ¡Yo fui feliz, gracias a todos! ¡Me encantó!