Intento centrarme en lo que quería contar, con algunas cosillas por hacer (¡el lunes volamos a cruzar el charco!), y ganas de meter al menos otras dos entradas en este diario público (publicidad de algunos amigos + la fiesta Argentina, paciencia), esto de repente (como decían en Perú pero sin ese significado) es más importante que todo.
La salida del armario (para no seguir oliendo a naftalina) podría estructurarse en tres fases. Aceptación propia, la familia, el resto de la sociedad. Esta película, ambientada en otra época (¡claro, que estamos en el civilizado siglo XXI, se me olvidaba!) habla de algo tan tristemente actual, la no aceptación social de la homosexualidad. Es cuestión de todos crear un contexto natural para algo que también lo es. Harto del drama de las dualidades (¡ay, la apisonadora, que falta haces!) esta vez llevado al terreno de la sexualidad. Esto es un trabajo (no es la palabra, no debería conllevar esfuerzo) de todos, cuidado con cada chiste, cada comentario, cada postura, cada cabeza ¿pensante? y productora de chiste/comentario/postura. ¡Sensibilidad! Respeto es la palabra, comprensión sería perfecto, naturalidad genial y "nada necesario" una utopía.
Desde aquí mi apoyo incondicional a la comunidad gay-lésbica. Desde aquí mi defensa a la libertad sexual.
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