24 de septiembre de 2011

"El árbol de la vida" (Terrence Malick , 2011)

Disfruté esta película. Disfruté esta película como una experiencia sensorial: Tan bonita como esas cajas de regalos super cuidadas que venden para adornar los árboles de Navidad en una fría noche de diciembre, acompañado de tu querida mujer que ha hecho un pastel de manzana y tus hijos con sus gorras de los Laiker. Esas pequeñas cajas de regalo que no tienen nada dentro.

También disfruté esta película desde mi punto de vista de cámara, disfruté esos juegos con el contraluz. Disfruté tanto de ellos (mira que los hago y me encantan) que hasta me saturé. La mitad del metraje está grabada en esa hora mágica final (o en el amanecer) y buscando que las siluetas tapen y destapen el sol para crear ese bonito efecto. He leído que la película está grabada de forma natural, casi documental para atrapar "momentos de realidad", no sé si esto es muy compatible con los calculadísimos planos estéticos y con la restringidísima hora a la que se graba...

La película arranca con un salmo religioso. Para mí toda la película está impregnada de este aura religiosa. Aunque Arancha y Richi me hacen dudarlo con la teoría de que el mundo de la religión y el de la naturaleza son dos opciones excluyentes presentadas de tal manera al principio del metraje. A mí en cambio me parece que todo está barnizado de un mensaje claramente religioso y que la exaltación de la naturaleza y del planeta y el universo (porque esta película habla del universo, ojo) están asociadas a una idea creacionista de la religión: un dios único creador perfecto. Más allá: a un tufillo antidarwinista y patriota (y lo que sigue es republicano). Porque yo no veo que ponga tanto a parir al personaje de Brad Pitt. Es todo un personaje ejemplar: "No he faltado un solo día de trabajo y doy limosna los domingos"- dice el militar. ¿Qué más se puede pedir? Que sí, que es estricto, severo, serio, todo un perfil de padre autoritario que han sufrido varias generaciones (incluyendo la de Malick, claro) pero en el último cuarto de hora de película y viendo él mismo que se acaba la peli decide arrepentirse y quedar en paz con los suyos. Ya sabéis, soy cabrón pero en el fondo tengo buen corazón y todo lo he hecho por vuestro bien. Igualito al papi que es USA para el resto de miembros/países de la familia/planeta.

La impresión que me dio esta película es que el director tenía unos demonios que exorcitar, probablemente asociados a una perdida cercana, había escrito unos cuantos folios de esos que sirven para salvarte la vida cuando tienes una cantidad de pensamientos desbordantes que no hay donde meter y el papel es el mejor sitio para vomitarlos... Cogió todos estos folios y los usó para crear una insistente y bastante pretenciosa voz en off que acompaña a casi toda la película. Acompañada de imágenes de la tierra y el universo y entrelazadas con la cotidiana y atrayente vida de una familia americana hace unas décadas, antes de que los niños sólo jugaran con cosas con pantalla y los padres/madres estuvieran todo el rato en el ordenador y el poco resto corriendo de un lado a otro porque el tiempo se acaba y todavía podemos producir más dinero y a más velocidad antes de morir estrellados contra el reflejo de nuestra propia vida. ¿A quién no le atraen estas idílicas escenas de un nivel de vida que la mayoría de las familias actuales ni huelen? Pues sí, y hay por ahí un figurante (Sean Penn pone que se llama en los créditos), que vive en nuestro mundo actual, en altas torres de marfil de altas empresas super poderosas... Pues sí, intencionadamente conmovedora, evocadora como no lo puede ser de otra manera para alguien (¿quién no está "aquí"?) atrapado por el capitalismo feroz y voraz. Nos conmueve con atardeceres, nos pone a todos en modo añoranza de una calidad de vida mejor con la familia, nos pone imágenes cogidas de youtube del espacio exterior, ah, no, perdón, que las ha grabado él, es que me recuerdan a algunas vistas en youtube... ¿Pero detrás de esto que hay? La nada. La película está vacía. Nos deja toda la asociación a nosotros. Mientras a él le sirve para exorcitar sus demonios, y esta vez lo afirmo porque mi impresión era correcta, leí que el director tenía una historia personal muy cercana a la de los hermanos. Podría haber seguido con el mismo ritmo hasta el final del metraje pero le debe entrar miedo o algo y en los últimos quince minutos intenta construir una historia con principio, desarrollo y fin entre el hijo y el padre para que por lo menos haya algo del modelo aristotélico por alguna parte. Pero ojo, ¿y los casi noventa minutos anteriores de incontenido metraje? Sinceramente, veo una aceleración, una precipitación por cerrar algo que quizás al propio director se le escapa de las manos en fase de montaje.

Los actores. Pues en el cartel español alguien debería de avisar que hay una errata. Aquí lo incluyo, aparece el nombre del protagonista junto con el de uno de los figurantes: Brad Pitt y Sean Penn. Si este último fuera conocido cualquiera diría que esto es una pedazo estrategia de marketing y, peor aún, una injusticia tremenda ante la pedazo de actriz que realmente resalta en la película: Jessica Chastain. Sobre los otros dos: Sean Penn no recuerdo si tiene frase o no. Si la tiene debería de pagársele como figurante con frase, no olvidemos que no cobran igual que los figurantes sin frase. Brad Pitt he leído que hace un gran trabajo de interpretación contenida, yo realmente creo que hace una interpretación de lo más normalita. Y de contención nada, se llama toxina botulínica, más conocida por su nombre comercial: Botox. Su rostro es cada vez más inexpresivo gracias a este medicamento que sospecho ha usado para parar el envejecimiento facial. Cumple con su papel pero no veo para nada una interpretación resaltable. Arancha, ¡no es contención, es Botox! ;)

Por último también he oído sobre esta película, que se llevó el premio del jurado en Cannes (el mismo Cannes que estuvo empalmado con ese mojón de proporciones bíblicas que es la última de Almodovar (próxima crítica)), que es una revolución a nivel de imagen y contenido. Respecto al contenido, yo le veo poco del mismo, el resto es una voz en off pretenciosa y tan continua que entra en el rango de lo que para mí es el anticine, es decir algo muy literario que está disociado de las imágenes que acompañan al texto. Sobre revolución de imagen decir que esta película, realizada en 2011, para mí es simplemente un documental de la BBC sobre el hombre y la tierra, comparada (por ejemplo) con esa obra maestra visual que es la obra de Jose Val de Omar llamada "Tríptico elemental de España" (invito a verla, existen unos cuantos puntos en común entre esta obra y de Malick). Por centrarnos más: "Aguaespejo granadino" (Jose Val de Omar, 1955), realizada 56 años antes. Esto sí que es una revolución visual y no un documental de la BBC que saca partido de los avances tecnológicos de las cámaras y de unos cuantos atardeceres/amaneceres... Esta comparación entre películas (realmente comparables) me hace pensar lo poco exigente que se es actualmente con los creadores y lo muy conservadores que son ellos para que algo así sea tan sobrevalorado en pleno 2011. De verdad, qué de miedo y estatismo hay también en el arte si esto es lo mejor que puede salir del 2011...

Y el final (de la crítica y de la película), pues un videoclip, que es como se podría clasificar esta película. Porque para mí justo es eso lo mejor: la fotografía (Emmanuel Lubezki) y la música (Alexandre Desplat) (y la interpretación de Jessica Chastain). Si no has visto la película no le des al PLAY, anda, que igual todavía te quedan ganas de verla después de este atropello de crítica. He de decir que gente de la que realmente valoro sus críticas, como Lapor, defienden este remake en imagen real del inexistente "Erase una vez... el universo". Así que, ya sabéis, si no os gusta lo que os dice este médico consultad una segunda opinión, que igual el primero se equivoca de paciente (o vosotros de médico).



¿Estrellas? ** (sobre un total de 5, y sí reconozco que me dejo arrastrar por la física de la acción-reacción cuando una película no me gusta y la entronan...)

13 de septiembre de 2011

Ola-ola. Programa 8 (temporada 2011)


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Andaba por Benidorm: Con esos cachas buenorros y ese cachondo bailarín brasileño... El reportero: ¡Federico Cardelús! Por Los Alcázares (Murcia). Montando el pollo con la canción de Shakira y con la de Mecano luego, también a la búsqueda del chico "pomposo" :D Y por el final en el Electromar, un amanecer y esa postfiesta de la playa con gente con sustancias prohibidas... Capitaneado por Merche Forner. Por La Zurriola (San Sebastian). Con los skaters, los adolescentes y ese pedazo atardecer surfero... Con... el gran Fede again.
También sí, estoy con esas pelotas, que grabamos ese equipazo: Fede, Juanlu, Gonzalo.

Reporteros: Federico Cardelus, Sara Puertas, Paula Peralta, Mercedes Forner, Pedro Mardones, María Martínez
Imagen: Elena Fernández, José Martín, Jordi Ventrell, David Serra, Javier Cano, Enrique Rodríguez, Jaime Díaz, Paula Gutiérrez
Edición: Daniel Villa, Gonzalo Prada, Israel Domínguez, Samuel Gómez, Julio González, Óscar de Paz, Andrés Rodríguez
Realización: Juanjo Bolaños, Carlos Cazallas, Juan Manuel González
Producción: Sara Montoliu, Gonzalo Pérez-Tabernero
Productora Delegada: Henar González
Dirección: Marcé Rodríguez, Nacho Medina
Productora ejecutiva: Carolina Cubillo

Una producción de Cuatro y Molinos de Papel.