22 de enero de 2013

"Zero Dark Thirty" (Kathryn Bigelow, 2012) o "La noche más oscura" revisada como "El feminismo más fascista" (con Julia Schwarzenegger Roberts)

El feminismo más fascista
De las tres personas que entramos a ver esta película, los tres tuvimos una visión diferente sobre la posición de la directora sobre la tortura. Mi gran amigo Pablo pensó que critica la tortura, mi tan gran amigo (de hecho, les considero de mis mejores amigos) Bassam pensó que no se implica ni de un lado ni del otro. Ambos son personas cuya opinión valoro mucho. La mía es la tercera opinión...

Para explicar mi postura voy a argumentar con escenas de la película que, si no la has visto y tienes intención de verla, mejor que no sigas leyendo. Antes diré que globalmente como película tampoco me gustó, ¿por qué?, principalmente por una falta de empatía total con la protagonista y coprotagonistas de la película, de hecho me aburrió (me vi mirando el reloj) y esto, de verdad, es lo único que no le paso a una película. Creo que además la directora es burda en su forma de dar la información (no sabe) y se le nota a la hora de posicionarse ideológicamente. Lo mejor, atención, las escasas escenas de acción, resueltas con buen ritmo y tensión. El problema es que no nos encontramos ante una película de acción. Adelante voy, si no las has visto y no quieres saber más, no sigas leyendo. Ah, y si sigues leyendo y eres de EEUU, no te mosquees que me meto con un tipo de estadounidense que no es el único, lo aclaro desde ya, es como si pensaras que aquí en España somos todos unos pícaros (léase "El Lazarillo de Tormes")... Bueno, no, espera, creo que es un mal ejemplo...

Primero y fundamental. ¿Por qué fascista? Porque dedica casi una hora de película a los procesos de tortura, es decir, parte fundamental en un discurso global, teniendo en cuenta que:

  1. Sólo saca torturas a presos cuya información es útil para los protagonistas. ¿De los condenados a muerte por error se habla en la prensa?
  2. El torturador se presenta como un tipo duro pero de gran corazón, un colega considerado, de esos que bebe unas cervezotas y da palmadas en la espalda. Duro pero güeno. ¿Quieres un café y descansamos? Le dice al personaje de Maya (interpretado por Jessica Chastain), que una vez dichos correctamente sus nombres pasaré a llamar de otras maneras más apropiadas, Schwarzewoman o Julia Roberts y luego lo explico... A esta pregunta del café ella dice: "No, vamos dentro". Yo traduzco: para cojones mis ovarios. La protagonista deja clara su postura desde el principio, ante un "ayúdame" de un torturado ella responde "ayúdate a ti mismo diciendo la verdad" O, sustitúyase por, lo que nosotros creemos que es la verdad, si nos equivocamos pues destrozamos otra vida, total, una más... Humaniza al torturador hasta límites absurdos. Y me decía Pablo con mucha razón: "Tío, pero si tú odias los personajes maniqueistas". Pablo, por eso mismo, éste es el Santa Claus de Guantánamo. Lo que no pueden quitarle es que es un torturador, pues pongámosle todo el edulcorante posible por el otro lado. Actúa así: ¿Eres malo? Te doy cachetes. ¿Eres bueno? (es decir: respondes lo que el gobierno de los United States of America espera que digas) Pues te traigo un Kinder sorpresa, ábrelo delante mío a ver si no te ha tocado un juguete repe. Especialmente demencial y clara es esa escena dándole helado a unos monitos muy cachondos y riéndose porque uno se lo quita. El mecanismo es, si quisieras defender una monarquía, no hay nada como sacar a tu reina dándole de comer bambú a unos osos panda (oooh, qué tierno), vamos, lo contrario a sacar a tu rey con un rifle junto a un elefante muerto (¿es Dumbo?¿es Dumbo?, mamá, dime que no está muerto). Pues eso, que tras una secuencia en la que le da de comer a un preso que está siendo torturado, sale dándole de comer a unos monitos muy majos. Yvan y se los cargan a los monitos y, claro, él con el corazón destrozado, joder, qué cabrones, qué poca consideración tienen los guardias de las cárceles secretas yankis que sirven como centros de tortura, pobres monitos...
  3. Cada vez que se da una información fundamental para el avance de la trama tras una tortura, y es en dos ocasiones en la primera hora, se deja muy claro que esto no hubiera ocurrido sin la tortura. Pero, ¿cómo dejas claro esto a un público de blockbuster? Y sí, me refiero a un amplio público estadounidense acostumbrando a un cine muy maniqueista en el que tiene que estar muy claro quien es el bueno y quien es el malo y la información muy mascada y posicionada. Pues como esto es complejo, lo mejor es decírselo directamente, vamos, a un paso de que se ponga la directora en persona mirando a cámara y te lo cuente... Una resolución burda que no dice nada bueno de la labor de dirección. En la primera ocasión una conversación entre Julia y el torturador: Explíquemosles a los espectadores, que son medio gilipollas, que "como ya le hemos torturado mucho y le hemos tenido aislado, ahora le damos de comer y como ni se acuerda de lo jodido que lo hemos tenido, le hacemos largar". Y va y funciona exactamente cómo te lo han contado verbalmente. Es decir, te lo cuentan dos veces. Pero... ¡Podemos hacerlo otra vez! Dice uno, de verdad que lo dice, os lo juro, ved la película, dice un detenido, dice (perdón por la emoción anticipada, pero es que es propia de un chiste): "Uy, ya me han torturado mucho los otros, os voy a contestar con la verdad a lo que me preguntéis que no quiero que me torturéis ahora los yankis", jajajjaj es buenísimo, ¿y sabéis qué pasa después? Pues de nuevo exactamente lo que (casi) te ha explicado a cámara: lo larga todo, información clave para que los buenos ganen y todo avance. Yo quiero una escena de Kathryn Bigelow con una careta de Coco en los extras del Blu-ray: "¡Hoy os voy a explicar el funcionamiento de la tortura!". Con tortura esto es lo que pasa: "Os lo digo todo que me habéis torturado y no quiero que lo hagáis más, que estoy un poco como cansao: éste es el malo malísimo y este otro es casi peor, ¿os queda más humus?" Y sin tortura, amigos, veremos lo que pasa: "No sé nada, ¿os queda más humus?"
Es un claro "El fin justifica los medios". ¿Pero por qué estos medios? ¿Qué han hecho los del eje del mal? (ya sabéis que para USA la "guerra" es como una peli de la guerra de las galaxias). Pues hombre, lo de las torres. Vale, pues empecemos por el principio, el principio de la película más que nada: vamos a meterle al espectador un par de minutos sobre pantalla negra de "hija mía, te quiero mucho, voy en un avión secuestrado, espero verte pronto (que no te di los cupcakes por tu cumpleaños)", "sólo te llamo para decir que le des un beso a nuestro hijo, (que igual hoy me pierdo el programa de ejecuciones en directo que vemos juntos comiendo palomitas)", vale, no son exactamente así (las partes es paréntesis son extras) pero casi tan burdos como estos. Y su traducción es la siguiente: ellos empezaron, nos hicieron todo esto así que no os asustéis con lo que viene a continuación (que es lo que les hicimos nosotros a ellos).

Julia Schwarzenegger Roberts
Sobre la peor acepción posible del feminismo. Primero aclaro: el feminismo es muy necesario, es necesario para nivelar la desigualdad que reina en unas estructuras de poder patriarcales, el que presenta esta película produce el efecto contrario... Ahora: No soporto a la protagonista. A ella como tal no, el personaje me da más que nada pena (que es lo que significan esas lágrimas, pena da y se da). A la actriz tampoco, me recuerda mucho y esto para mí sí es importante a Julia Roberts, la novia de América. Y si no me refiero ni al personaje ni a la actriz, ¿a qué me refiero? Pues a lo que simboliza, que al fin y al cabo no es más que la postura de la directora que, dándole un papel protagonista absoluto en la trama, tanto como del rollo "ella contra el mundo", una Schrarzenegger de los despachos de la CIA, vamos. ¿Y qué simboliza? Pues personaliza la peor acepción posible del feminismo. La que representa un muy mal entendido feminismo que ante lo peor de las prácticas y comportamientos clásicos de estructuras machistas pretende luchar con ellas convirtiéndose en ellas. A ver, ¿pero no habíamos dicho que si asesinamos al asesino nos convertimos en asesinos? Vale, mal ejemplo (por segunda vez) en un país en el que está permitida la pena de muerte en muchos estados. El caso es que es una protagonista que dice en una reunión llena de jefazos machos alfa "I am the motherfucker" "Yo soy la hija de puta" para los que no entiendan la palabrota 2de4 del inglés. A mí me hubiera encantado que después les dijera: "¿Echamos un concurso de a ver quien escupe más lejos? Os gano a todos, maricas, y al FIFA ni os digo ná porque me dais pena". Es decir: la tía que es más tío que los tíos (en el peor sentido de la palabra "tío"). Es decir (de nuevo), que representa lo peor de los tíos (heteros, claro): machista, dura, ruda, insensible, inamovible, racional (vale, esto no es malo, o sí, no sé, largo debate)... Este feminismo lo único que hace es legitimar y perpetuar las directrices machistas. En resumen: demos la bienvenida a la nueva novia de America (lo siento, Julia, estás mayor, Hollywood ya no te quiere), la machofeminista fascista.

¿Y los Estados Unidos qué tal salen parados? Pues si ya me repatea el representante principal de la directora en la película, ni te digo las apariciones sobre el gobierno de EEUU en el guión (y sí, de nuevo hago responsable a la directora y productora), faltas de total espíritu crítico, lo que clasificaría de un nivel de lameculos. ¿El presidente? "Es una persona muy razonable y que necesita argumentos para todo". Es decir, ponle bien pero con cuidado que consiste en lamerle el culo pero no en chuparle la... Vale, más: aparece dos veces el tema de las armas de destrucción masiva. La primera vez para decir que fue una cagada (es un "Lo siento, no volverá a ocurrir"). La segunda vez para decir que en realidad fue fruto de una reunión en la que se calibraron porcentajes de éxito. Perdón, está muy bien que esgrimáis esta versión para los progres estadounidenses que quieran creer en su patria, pero... No hay dios (ni patria) que se la crea: fue una invasión y una mentira programada. Me da vergüenza ajena ese momento en la película, por otro lado totalmente gratuito e innecesario, excepto para avergonzarte más de lo que estás viendo... Por favor, aprended un poco más de "Argo" (Ben Affleck, 2012) (ésta sí me gustó), que le dice el presi al personaje de Ben Affleck: "Eres un gran americano" y él responde: "¿En qué sentido?", ¡toma!, eso sí que es una respuesta.. (el otro dice: "De eso no habló el presidente")... 

¿Pero te habrá gustado la tensión del thriller? Pues no, tampoco. ¿Por qué? Porque las escenas más tensas son predecibles. ¿Qué las hace predecibles? Los deslices panfletarios y parciales de la directora. En dos ocasiones: el intento a ella de asesinato canta ese desliz de humanidad y cordialidad que no se ve en ninguna otra parte de la película de nuestra mujer Terminator particular: "Buenos días, Ammed" (o cómo se llame su guardia). Y yo añadiría: ¿Has dormido bien, te he dejado unos All Bran en un cuenco, con ruso blanco, nada de mariconadas de leche calcio light...? Es decir, un poco de humanidad para luego darle un poco de ¡oh, no, qué pena, no puede ser! Encima que le dice buenos días y los otros ni saludan ni nada y llevan armas... En resumen: si sabes lo que va a ocurrir la tensión desaparece. ¿Estaría yo especialmente intuitivo hoy? No sé. La siguiente escena es todavía más canteo: ¿Por qué? Pues porque para no dejar mal ni un solo segundo al ejercito estadounidense, que hay que indicar que actúan sin errores, cual cirujano sin mancharse la bata a la hora de sacar las tripas del paciente (por su bien) y todo esto a pesar de reconocer cagadas antiguas, un modus operandi que me recuerda al de la Iglesia Católica: igual en el pasado la cagamos, en el presente somos infalibles. La siguiente, ¿por qué se destripa toda la escena? Porque la directora, de nuevo, no se le ocurre otra cosa que evidenciar que no la caga el ejercito: Viene el supuesto topo. El militar le quiere registrar (joder, que siempre hacemos bien las cosas) pero la directora de la CIA (no muy simpática, a propósito, la caga y mucho al pensar que es una cuestión de dinero sólo, joder, hombre, que no son americanos, que son musulmanes! Que claro que existe el fanatismo religioso, aquí cada cual adora a lo que quiere, cambia el dolar por un Alá)... A ver, la directora dice que no le registren, que pasen, que luego le registran, que no se vaya a asustar... Y encima le ha preparado una tarta, jajajjajaj, es buenísimo, ¿o no es humor? Ah, no, que no hay que reírse...

En definitiva, ¿qué te ha gustado? Pues la escena del asalto, muy bien rodada y el cierre en general. Aunque igual más que el cierre ha sido el que termine, no, no me ha gustado, he salido muy evidentemente rebotado... Nos esperan unos Oscars fabulosos, hace mucho tiempo que no creo en ellos, pero es que esta edición en plan autofelación es sencillamente demencial:  "Argo" (Ben Affleck, 2012) (me encantó, muy buena película comedida en sus planteamientos, thriller apasionante y magistrales todos los actores incluyendo el director), "Zero Dark Thirty" y "Lincoln" (Steven Spielberg, 2012). Ésta última no la he visto pero he de decir que me fío mucho de Vicenç Navarro y su artículo "Lo que la película "Lincoln" no dice sobre Lincoln" ya me hace temer lo peor... En resumen, viendo estas tres favoritas: A ver, ni que fuera un momento de reforzar egos, ni que se estuviera muriendo lo que más representa tu país, ni que se estuviera muriendo el capitalismo...