2 de diciembre de 2007

nada

una pareja es nada
no es un guía
ni es un gurú
no es un amigo
ni un compañero
una pareja es nada
no es un apoyo
ni es un psicólogo
no es un ídolo
ni un líder
porque una pareja es nada
ni antes ni después ni nunca ni siempre
una pareja es nada
no es un socio
ni una hipoteca compartida
no es un padre ni una madre
una pareja es nada
no es estabilidad ni seguridad
ni es un futuro ni un pasado
no es un guardián ni alguien a quien guardar
es nada
no es un deseo ni es un sueño
no es un espejo ni una plastilina
es nada
ni una fiesta ni un descanso
ni una alegría ni una tristeza
no un lleno ni un respiro
ni un sentido ni un suspiro
no es dar
no es recibir
no son esas dos palabras
ni ningunas otras
no es una promesa
ni un compromiso
no es la respuesta
ni es la verdad
no es un dios
ni una religión
una pareja es nada

sólo amor.

3 comentarios:

Unknown dijo...

pues eso...qué una pareja es TODO...

feliz año redondo!
(me encantó la poesía)

Anónimo dijo...

¿Nada del todo?

Unknown dijo...

Érase un chico tímido con cara de dibujo manga y sonrisa contagiosa y una chica de pelo de algodón de feria y ojos de niña traviesa, que un buen día se encontraron y ya no pudieron separarse más. Él era el optimismo, la paz, la búsqueda incansable, la filosofía, la revolución, el surrealismo, el cambio, el camino, ella era la locura, la agitación, la luz, la energía, la lucha. Polos del mismo signo y de signo opuesto, pero en esta historia ambos se atraen. Contagiados por un extraño virus que sólo parecía afectarles a ellos viajaron por el hielo, por carreteras infinitas, por el desierto, por ríos y cataratas, y atravesaron todas las fronteras, y movimientos sísmicos, con su lima para uñas y sus pinturas para tela, con sus cuentos y su música y ya no podían parar. Encontraron a su paso gurús y maestros, unos que alquilan historias, otros con sueños y pilas alcalinas, filósofos y psicólogos, mendigos del dinamismo y la locura, inconformistas y magos. Descubrieron que su virus era incurable, su viaje lo había hecho crónico y degenerativo. La niña del pelo de nube ingresó en una clínica donde le suministraban drogas fuertes para que el extraño virus no doliera, para esconder su existencia. Pero ella no era feliz allí, las drogas le restaban movilidad, le apagaban su luz. Además allí no había croquetas de queso ni leche y cosas para mojar, y eso a ella le encantaba. Él sentía un dolor muy fuerte en sus orejillas rojas cuando ella no estaba. Así que se puso sus alas y se fue en su busca. Ella bailaba con movimientos descoordinados, sabía que eso ayudaría a Leo a encontrarla. Leo se perdió varias veces por el camino, pero finalmente la encontró. Carlota se agarró a Leo y juntos volvieron a volar en su parque de atracciones, en su mundo de colores y gominolas.

(en este cuento no hay "FIN", porque el cuento continua en el presente, no se acaba, así lo decidieron Carlota y Leo)